Primera entrega (fundacional) de Bonpik: Rosado Sin Filtrar Pileta del año de Finca Feliz y queso Morbier de Fermier

A que se deben estos elegidos:

En nuestro primer (esperamos que de muchos) viaje juntas a Mendoza, alquilamos una casa con pileta que nos invitaba a refrescarnos acompañadas de una buena copa. En Mendoza hay tantas, pero tantas opciones, que decidimos ir a una vinoteca que nuclee muchas marcas y donde nos puedan guiar. La oferta era enorme y exclusivísima. Cuando vimos Finca Feliz, nos pasó algo: las botellas con diseño sencillo y a la vez atrapante, con variedad de uvas y procesos no tan comunes (como es el caso de pileta del año, que no está filtrado) y, sobre todo, la frescura y juventud que emanaba nos cautivó. Llevamos este y otros más para las tardes de pileta donde el calor agobiaba. Como se imaginarán, la bodega no nos defraudó. No bastan las palabras para expresar el furor que fueron esas tardes acompañadas del pileta del año, aún recordamos las sensaciones de disfrute, felicidad en compañía y frescura. Esa es la esencia que quisimos replicar poniéndolo como nuestra primera elección.

Por otra parte, Morbier nos atrajo por su estética sin igual, la historia detrás de su elaboración y último, pero no menos importante, su suave pero particular sabor. Ambas lo conocimos degustándolo en un paseo por Suipacha y se quedó en nuestro corazón para siempre. Por eso decidimos ir a buscarlo a su lugar de origen para acercartelo a vos.

La combinación:

Sabemos que en Argentina hay un cierto fanatismo por el Malbec 🙋🏻🙋🏻 y que los blancos y rosados están un poco desplazados (lo sabemos, estuvimos ahí). Le dimos una oportunidad al mundo de los vinos claros y nos sorprendió gratamente.

Cuando pensamos en la primera entrega con este rosita, nos imagínanos un marzo caluroso que invitara a refrescarse y a darle una oportunidad a este rosado del bien.

El Morbier es suave, de gusto frutado con un toque cítrico. En boca es cremoso con un fondo picoroso muy leve. A nuestro parecer, combina perfecto con la acidez y el aroma a fruta de este Rosado. La presencia de levaduras resalta el picor del Morbier, generando lo que a nosotras nos gusta decir: una explosión en la boca.

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